jueves, 26 de junio de 2008

Referendum popular. ¿Cuál y por qué?

Walking Around
Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
Navegando en un agua de origen y ceniza.
El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.
Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.
Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío
No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.
No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.
Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.
Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.
Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejosque debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.
Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.
Pablo Neruda

Sucede que me canso de ser hombre

Sucede que me canso de mi piel y de mi cara

y sucede que se me ha alegrado el día ¡coño!

al ver al sol secándose, en tu ventana: tus bragas

Empiezo a solas, sigo por ti y no comprendo nada,

desato tormentas sin rechistar,

sácame algún día del corral, necesito salir.Y

o me quedé con su olor, ella me arrancó la piel,

me dijo justo al final: no quiero volverte a ver.

¡Eh, lejos de mí!

deja que corra el aire, no te quemes, va a salir el sol.

¡Sol déjame en paz!

La luna me ilumina, en esta ruina entra la claridad.

¿Quién quiere saber?

si estoy quemado o escondo un corazón helado y quema mi ser.

¿Ser? No he vuelto a ser el mismo desde que se fue

Gillespie, Zappa, Mercury, Camarón

y me siento mejor si sé que tengo una estrellita pequeñita pero firme.

Extremoduro


3 comentarios:

El ilustrado dijo...

Me veo encomendado ha abrir la lata, como quien dice. Ahí va. Con todos mis respetos al grandísimo Pablo me quedo con Robe. Simplemente porque Neruda no me a hecho saltar y gritar como un descosido entre miles de personas al emocionarme con esta canción. Y que es el arte al fin y al cabo, sino emoción.

La nuit dijo...

Uhm... yo también me decantaré por Robe. Pablo Neruda, aún con toda su grandeza, únicamente consiguió remover todo mi ser y estremecerme con "Confieso que he vivido" y algunos poemas de "Canto General". Extremo, me da la vuelta con cada canción.

Fígaro dijo...

Prefiero el de Neruda. Sí, no hay duda, me ha puesto los pelos de punta. La canción de extremo no me dice gran cosa comparado con el torbellino de emociones que me ha provocado Pablo.
¿Por qué?, no lo se. Supongo que tiene que ver con escoger las palabras exactas en el lugar exacto...