sábado, 14 de junio de 2008

Insomnio

Hoy he incurrido en el cuarto pecado capital: la Pereza. Me levanté resacosa, logré hacer algo útil; me vi una peli malísima de cuyo nombre no quiero acordarme, me propuse ponerme a leer un libro aburridísimo del cole pero cometí un error, tirarme en la cama con musiquita para estar más cómoda. Me desperté a las diez, una hora no adecuada para ello. Cuando comprobé que no tenía plan, lo cual fue más un alivio que un problema, me calenté la cena y me dediqué a ver Alejandro Magno. Hoy es un día de traga-mierdas, está claro, porque la película es horrorosa, again, pero de esta sí me acuerdo.
No soy una marmota, así que me tiraré la noche dando vueltas, pero he logrado ver el programa de mis insomnios solitarios: todos ahhhh cien. Ese de la Sexta tan gracioso de sexo donde te cuentan unos sexinventos curiosísimos y que dan mucho miedo, pero el de hoy era muy divertido: unos condones con bombillas que se iluminaban al ritmo de los bafles de un ordenador, complicadísimo de hacer e inútil en todo, pero muy gracioso de observar.
Me acuerdo que hace algún tiempo, más o menos recién descubierto dicho programa por una servidora vi un ejemplo de MIEDO: era algo así como un masturbador masculino a base de un ventilador sin aspas y un cilindro forrado por dentro, que se dedicaba a girar; como idea, pues no sé.... pero a ver quién era el valiente que metía ahí dentro algo, jejeje. Me acuerdo de ello porque al día siguiente, en una cena en casa de Inès, con uno de los amigos de sus compañeros de piso, al que acababa de conocer, que también lo había visto, lo estuve comentando. Cada vez que pillo este programa me acuerdo de él, porque fue una conversación bastante subrealista. También lo había visto Pau, y ahhh! sí, un programa de estos que regala playboy tv sobre sexo lésbico super interesante, tipo documental. Está claro que la programación nocturna de la televisión pública siempre es educativa y ayuda a conocer gente como tú, que no duerme eventualmente.
Así que, teniendo en cuenta que me pasaré la noche dando vueltas en la cama y en la cabeza, deshojando ovejitas y contando margaritas, pues me dedico a hacer algo casi útil mientras espero que Morfeo venga a por mí.
Siempre me han gustado las sutiles alegorías griegas. Morfeo, dios del sueño, era hijo de Hipnos y Nix, los dioses de los sueños y la noche, hermano de Tánatos, dios de la muerte. Se dedicaba a ir volando a cualquier lugar de la tierra, para introducirse en los sueños de los mortales y adoptar mil formas, de ahí su nombre "forma", para evadirlos por unas horas de las maquinaciones de los dioses.
Para seguir desvariando, está claro que si uno ha visto las 10 temporadas de friends, todos los capítulos posibles de los Simpsons y ha buceado por la mitología clásica, tiene todas las enseñanzas que la vida nos puede hacer precisar. Si le sumamos el dualismo trágico que nos enseñaron Tolkien y Star Wars, estamos preparados para cualquier reto que nos proponga nuestro devenir en este casuístico mundo.
Está claro, de nuevo, que las nueve hijas de Zeus trabajan de noche.
Son las 3, voy a hacer el primer intento.

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