domingo, 29 de agosto de 2010

A beneficio de inventario

ODIO fumar andando, que llueva cuando voy con chanclas, pisar azúcar, fregar el baño, estudiar a última hora, doblar la ropa, cruzar en rojo, que me griten con o sin razón, vaciar el cenicero, no entender algo, subir escaleras, la arena de la playa, cuidar de un niño, tener que mentir, hacer cosas que no me apetecen, encontrarme con alguien que no quiero ver, leer mala literatura, el camión de la basura, las cucarachas.
ME ENCANTA oír el mar, la belleza de las pequeñas cosas, el olor de los libros, la risa de un bebé, comer con las manos, el verde del monte, el ruido de los coches, la sombra de un árbol, reirme a carcajadas, mirar a la luna, escuchar buena música, tener razón, soñar que vuelo, despilfarrar cariño, hablar durante horas, andar descalza, el latido de un corazón, un buen libro, encender una cerilla.
Fdo. Yo

miércoles, 25 de agosto de 2010

Ébano. Ryszard Kapuscinski

Tiempo ha, cuando los hombres atravesaban el mundo a pie o a caballo o en naves, el viaje los iba acostumbrando a los cambios. Las imágenes de la tierra se desplazaban despacio ante sus ojos, el escenario del mundo apenas giraba. El viaje duraba semanas, meses. El hombre tenía tiempo para familiarizarse con ambientes diferentes, con nuevos paisajes. El clima también cambiaba gradualmente, poco a poco. Antes de que el viajero de la fría Europa alcanzase el ardiente ecuador, ya había experimentado la temperatura agradable de Las Palmas, el calor de El-Mahara y el infierno de Cabo Verde.
¡Hoy no queda nada de aquellas gradaciones! El avión nos arrebata violentamente del frío glacial y de la nive para lanzarnos, el mismo día, al abismo candente del trópico. De pronto, cuando apenas nos hemos restregado los ojos, nos hallamos en el centro de un infierno húmedo. Enseguida empezamos a sudar. Si hemos llegadode Europa en invierno, nos libramos de los abrigos, nos quitamos los jerséis. Es el primer gesto de nuestra iniciación, es decir, de la gente del Norte, al llegar a África.

viernes, 13 de agosto de 2010

¡ARRIAD EL FOQUE!

¡Arriad el foque!, ordena el capitán. ¡Arriad el foque!, repite el segundo. ¡Orzad a estribor!, grita el capitán. ¡Orzad a estribor!, repite el segundo. ¡Cuidado con el bauprés!, grita el capitán. ¡El bauprés!, repite el segundo. ¡Abatid el palo de mesana!, grita el capitán. ¡El palo de mesana!, repite el segundo. Entretanto, la tormenta arrecia y los marineros corremos de un lado a otro de la cubierta, desconcertados. Si no encontramos pronto un diccionario, nos vamos a pique sin remedio.

Ana María Shua

sábado, 7 de agosto de 2010

EL PRINCIPIO ES MEJOR

En el principio fue el sustantivo. No había verbos. Nadie decía: "Voy a la casa". Decía simplemente: "casa" y la casa venía a él. Nadie decía "te amo". Decía simplemente "amor" y uno simplemente amaba.
En el principio era mejor.


Isidoro Blastein