martes, 27 de mayo de 2008

un, dos, tres, up

Os comunico que ya soy una "chica cosmo". Hoy hemos empezado a ir al GIMNASIO. Sí, habeis leído bien, el gimnasio, o gymnasium, como me gusta llamarlo.
No es un gym al uso. NO. Es una secta-quema-grasa-esfuerzo-resultados-¡cambio! Sí. Está empapelado de consignas (que hoy tenía la automisión de aprenderme, pero que el esfuerzo, el sudor y mi falta de coordinación motora, ha dificultado bastante) como "las que abandonan, no ganan; las que ganan, no abandonan" etc. Digo "las" porque esa es una de las características de la secta: sólo es para mujeres. Y una, en pleno auge del feminismo igualitario y de la equidad, ruge; pero cuando te ponen a dar brincos, a moverte desacompasadamente, pierdes el resuello, te pones en máquinas que te hacen reírte de la silla del ginecólogo, y se te muda el gesto, entonces, cuando ya no puedes pensar, te alegras de estar rodeada de sementales cachas inflados de diuréticos y vitaminas, que beben agua azul, y que hacen el doble que tú y sin sudar. Total, que a la mierda la paridad, cuando la idea es salir de allí sintiéndote bien, no deprimida.
He descubierto otra cosa. Yo nunca había ido a un gimnasio y, por lo tanto, no entendía lo de que se te subiera el guapo, te embargara la felicidad, y sus chakras se llenaran de energía. Todo eso lo he experimentado hoy. Pero lo mejor ha sido dejar de pensar. Tu mente se vacía de todo lo que la agobia y la satura a lo largo del día, todos los problemas, las decepciones, los planes, las angustias por el futuro incierto (de eso hablamos otro día), se van, se esfuman. ¡Una gozada!
¡VIVA EL EJERCICIO!!! (cómo se parece esta palabra a ejército!) Asi que chic@s, soy una cosmogirl, sólo me falta el cosmoken.
Uno, dos, tres, ¡cambio!

1 comentario:

La nuit dijo...

Jejejeje. Eso es sólo es el principio, amiga mía!! Poco a poco tu cuerpo se irá acostumbrando a ello y después de un tiempo será él quien te obligue a tí a acudir al gimnasio todos los días y no al revés. Puede que incluso llegues al punto en el que te sientas culpable si faltas un día (espero que no sea tu caso pero ocurre, habla la experiencia) Sin embargo, no me arrepiento, me encanta el gimnasio, el deporte en general, la sensación de bienestar que conlleva practicarlo.

No pensar en nada, sólo sentir como tu cuerpo evoluciona, como mejora, como cada día te encuentras más a gusto contigo misma y con todo lo que te rodea. Cambia hasta tu forma de mirar!

Sólo difiero en tu texto en una cosa: vivan los gimnasios unisex!! Algún día escribiré un post sobre eso, jejejejeje.

Mucho ánimo!!!

P.D.: Y a ver si te pasas por mi blog alguna vez para algo más que para darte publicidad, perrilla ;p
Besitos!