miércoles, 28 de mayo de 2008

un, dos, tres, calamar!

Bueno, pues los buenos propósitos nos han durado enteros un día. Hemos ido al gimnasio, digo hemos porque para motivarnos nos hemos apuntado Vir y yo, y hemos hecho todos los ejercicios, y hemos echado los higadillos, hemos estirado muy muy bien, y... estábamos volviendo a casa, pensando en la cena... y cavilando cavilando, hemos decidido que como pasamos por al lado del brillante de camino... pues nos hemos cogido unos bocadillos super dietéticos de calamares, y... mientras esperábamos... pues una cañita.... jejejeje. Cojonudo! Total, que nos hemos consolado diciendo que al haber ido a hacer ejercicio, nos podíamos permitir el lujo de zamparnos esas super flautas que ponen en el susodicho bar. Eso sí, los buenos propósitos estaban sobrevolándonos cuando decíamos, una y otra vez, "esto sólo hoy", "como mucho, coger los bocatas y nada de cañita". Asi que ahí os dejo para que os riais a gusto de nosotras, que ya nos estamos riendo con la tripita llena.
Buenas noches.

2 comentarios:

Kineas dijo...

CaVilando acerca de tu texto me he dicho que es cierto: Los buenos propósitos no suelen durar demasiado.

Pero... ¿y lo bonito que es intentarlo?

La nuit dijo...

Bah, no le des más vueltas o es que acaso todo gran esfuerzo no merece una recompensa?

:D